Cuando pequeños, mis hermanas y yo nos volvimos adictos a un programa que era transmitido por Canal 13, entonces de Imevisión, llamado Pampa Pipiltzin (Algo para los niños). El asunto es que parece que esa emisión sólo llegaba a una calle de la colonia Moctezuma, pues nunca escuchamos en la escuela que alguien se refiriera a ella.
Al crecer y participar en las trivias televisivas que reviven la nostalgia y evitan que la conversación entre adultos languidezca, empezamos a sospechar que en aquel periodo de infantes fuimos abducidos o que mamá le ponía un ingrediente secreto a las gelatinas porque la reacción que causaba (y aún provoca) la mención de Pampa Pipiltzin era (y es) de azoro, de incredulidad y de absoluto descrédito cuando aseguramos que la conductora era María Antonieta de las Nieves, a quien aquí, allá y en todas partes vinculan con La Chilindrina.
La aparición de un anuncio comercial en youtube (cortesía de Oso Mayor Grimbeorn) donde se ve a Julio Lucena, el otro conductor y memorable actor y profesional del doblaje, ha confirmado que Pampa Pipiltzin sí causó efecto en otras cabezas, peinadas en ese tiempo con jugo de limón, Wildrot o goma Osart.
Hay mucho que decir sobre ese inolvidable programa; en tanto y al estilo de la televisión en que lo gozamos, hay que encenderla y dejar que se caliente durante seis minutos para que comiencen a correr los recuerdos.
En tanto, bienvenidos sean (en este Día del Niño).
miércoles, 30 de abril de 2008
Suscribirse a:
Entradas (Atom)